27 de octubre de 2008

SSBB: Violencia sin dolor


El Super Smash Bros Brawl es una tontería, pero una tontería muy divertida.

El juego coge a cada uno de los protagonistas de videojuegos de toda la vida, como Super Mario, Sonic o Kirby, y los pone a pegarse leches entre ellos como en el Street Fighter de las recreativas.

Es tan relajante golpear algo cuando uno llega a casa... aunque que quede claro que no apruebo que los niños jueguen a estas cosas tan violentas.

Para los que quieran ser cruelmente golpeados por Internet, mi código de amigo: 5413 2494 4725.

Foto: Hace escasos minutos en mi Wii, la princesa Peach salta sobre Solid Snake para clavarle sus tacones en la cabeza, momento que él aprovecha para mirar su ropa interior.

24 de octubre de 2008

Habitaciones de manta y ladrillo


Una de las enfermeras más especiales de mi planta, comete la excentricidad de usar una manta y un ladrillo en las habitaciones de los enfermos próximos a fallecer.

La manta sirve para mantener a los pacientes con vida. Es muy fácil de utilizar: funciona simplemente dejándola en la ventana; eso, según esta enfermera, aleja a la muerte.

Pero claro, no siempre interesa alejar a la muerte, porque hay pacientes que sufren y por los que no podemos hacer nada. En estas ocasiones, la enfermera usa el ladrillo, que se esconde debajo de la cama y que proporciona una muerte tranquila, rápida y sin dolor.

Mi última guardia fue la peor. No por volumen de trabajo, que fue el habitual, sino porque se me murieron dos pacientes. Eso no suele ocurrir, en mi especialidad no muere casi nadie y nunca antes había visto a alguien fallecer.

Nunca había diagnosticado una muerte. Es muy jodido, es muy muy jodido, es terriblemente jodido. Sin embargo, eso no es lo peor. Lo terrible es abrir la puerta de la habitación de la manta y el ladrillo y ver allí a la familia y decirles... ¿qué se les dice? ¿cómo se les dice? ¿qué cara se pone? ¿cómo se lo tomarán?

Me siento fastidiado. Ayer por la mañana, hablé con algunos colegas intentando explicar cómo me sentía y me riñeron: según ellos no debo encariñarme con los pacientes porque luego es difícil dejar de pensar en ellos en casa. Sin embargo, estos dos pacientes eran especiales: los había seguido y tratado con cariño; en cierto modo sentía como si su muerte dependiera de mí.

Afortunadamente, por la tarde, al hablar con esa chica tan coherente de Medicina Interna, no sólo me comprendió sino que me confesó que a ella en ocasiones le había pasado lo mismo. Eso me consoló. Más tarde, al chaval de Cardiología que siempre sonríe cuando se encuentra conmigo, le comenté cómo me sentía y que me escuchara me reconfortó.

Y así, con un extraño sentimiento, mezcla de dolor, resignación y consuelo, acabé de un trago el whisky con cocacola que me estaba tomando y comprendiendo cada vez menos qué es esa cosa rara a la que llamamos vida, sólo pude extrañarme al comprobar el papel que el destino ha hecho que tenga que desempeñar en este mundo.

19 de octubre de 2008

ABC


No me gusta salir en el periódico.

Después de haber escrito esto, parece que estoy en el periódico todos los días, pero no es así; creo que es la primera vez que hay una foto mía, o al menos que yo recuerde.

El problema es que nadie se lo cree: después de haber dicho por activa y por pasiva que no me ha gustado que se imprima mi foto, todo el mundo me responde: "¡Anda ya! ¡Pero si te encanta!".

Un lector: ¿Y si no te gusta, por qué cuelgas esa foto en el blog?
Emilienko: Para recordar que tenga más cuidado la próxima vez.

Foto: ABC 19/10/08. Día de San Lucas en el Colegio de Médicos, Rocío y yo.

17 de octubre de 2008

Reciclando papel


Para aprovechar bien el puente, decidí hacer limpieza de mis cosas y tirar los apuntes inútiles de la carrera; es decir, casi todos.

Cuando apilé todos los folios en un solo montón, me llevé una sorpresa: tenía la sensación de que durante los seis años de Medicina había estudiado mucho más de lo que en realidad había hecho.

Releyendo algunas páginas al azar me dio la sensación de que estaban en chino y me sorprendió que alguna vez yo hubiera sabido y comprendido aquello: Importancia médica de la peroxidación de lípidos de membrana, clasificación completa de las porfirias, historia del microscopio (aunque debo decir a mi favor, que otros muchos conceptos me parecían ridículamente sencillos).

¿Se evitará la tala de algún arbolito reciclando mi montón de apuntes?

15 de octubre de 2008

Blog Action Day '08


Existen pacientes del cuarto mundo.

Ellos duermen en la calle todos los días porque ya nadie se quiere hacer cargo de ellos. Algunos son adictos a la heroína inhalada y prefieren gastar su dinero en droga antes que en comida. Están muy delgados.

Cuando uno de estos pacientes está enfermo de cáncer de laringe, la situación es desesperada. Son pobres sociales, porque están en una situación en la que no hay ningún recurso para poderlos atender: ni familia, ni hospitales, ni ayudas sociales.

Foto: Dormitorio de los pacientes del cuarto mundo, por la mañana.
Irónico cartel sobre el edificio: Disfruta del paseo y no te preocupes por las cosas que tienen solución.

Actualización para el Blog Action Day 2008. Tema de este año: la pobreza. He preferido retratar una pobreza cercana a todos, la pobreza que conozco de primera mano. Porque a escasos metros de cada uno de nosotros, también hay gente que vive como en África.


11 de octubre de 2008

Prácticas de enfermería


Aspecto del maniquí de accesos venosos después de intentar canalizar una vía en el curso de reanimación cardiopulmonar avanzada. Nótense:

1. Los grandes hematomas producidos en la piel.
2. La posición antigravitatoria del bote de suero fisiológico.
3. La contaminación del rollo de esparadrapo.
4. Los restos de sangre entre los dedos del muñeco.
5. Las manchas de sangre oscura (producidas cuando se nos salió la vía al intentar fijarla con esparadrapo).
6. Las manchas de sangre clara (producidas cuando confundimos el sentido abierto cerrado de la llave de tres pasos).

Autores: Laura y yo. En nuestra defensa, argumentamos que el ejercicio con el maniquí completo nos salió muy bien.

8 de octubre de 2008

Explorando mis bajos


Visitar al ginecólogo debe ser una experiencia sumamente desagradable.

Ayer pasé la ITV. Lo pasé muy mal mientras un técnico hurgaba en los bajos de mi coche, me daba órdenes poco comprensibles y me pedía maniobras difíciles de ejecutar.

Afortunadamente, ésta es la vivencia más cercana al ginecólogo que sufriré en mi vida. Por cierto, pasé el examen.

5 de octubre de 2008

La puerta


En mi última guardia, el familiar de un paciente que no estaba de acuerdo con una decisión que había tomado, comenzó a buscarme a voz en grito por todas las Urgencias:

-¿Dónde está? ¿Dónde está el sinvergüenza del otorrino que quiere matar a mi mujer? ¿Dónde está, que le denuncio? ¡Que lo denuncio!
-Mire usted -lo paró en seco la residente de cuidados intensivos que hacía una guardia allí- me está usted insultando.
-¡Yo a usted no la estoy insultando! ¡Yo a quien quiero ver es al otorrino!
-Me está usted insultando porque el otorrino no es ningún sinvergüenza; es un profesional, y usted, al armar todo este escándalo delante de los demás pacientes, es un maleducado.

Un rato después, cuando este familiar se hubo calmado, la residente de cuidados intensivos me llamó y fui inmediatamente por allí a explicarle al familiar por qué había hecho las cosas como las había hecho, pero con la seguridad de que tenía a una médico por detrás que me estaba apoyando.

Este tipo de situaciones violentas no son raras en la puerta de Urgencias. Hay que escuchar a los familiares, explicarles la situación con tranquilidad hasta hacerles entendes que lo que haces es lo que crees más conveniente para el paciente. Desafortunadamente, no siempre funciona.

Foto: Puerta de Urgencias del hospital de Nis, Serbia, año 2004.